Con el fin de las buenas temperaturas y del verano, tenemos que darle la bienvenida al otoño. A veces cuesta despedirse de nuestra querida playa y las ansiadas vacaciones, pero la nueva estación trae consigo maravillosos paisajes y momentos de los que poder disfrutar e inmortalizar.
Cuando llega el frío y las hojas secas empiezan a caer de los árboles, es la hora de echar mano de las sudaderas y de la ropa de abrigo. El cambio de armario es importante y todo un ritual que hay que realizar al menos dos veces al año ya que permite que seamos más prácticos y nos ahorra mucho tiempo a la hora de vestirnos (olvídate de pasar minutos y minutos para encontrar esa camiseta que tanto te gusta).
En nuestra promoción Ánfora Residencial, en Cuarte de Huerva, nos hemos anticipado y hemos puesto a tu disposición amplios armarios empotrados en todas las habitaciones. Disfruta de grandes espacios de almacenaje para que puedas renovar la ropa con facilidad e incluso lo disfrutes.
Vaciar por completo
El primer paso que se tiene que dar para empezar el cambio de armario es vaciarlo por completo, es decir, saca todas esas camisetas de tirantes, faldas, pantalones cortos, bikinis y bañadores.
Una vez tengas toda la ropa fuera, lo más útil es que lo guardes en cajas de plástico y las etiquetes para tener todo bien localizado. Asegúrate de que las prendas estén limpias a la hora de meterlas en las cajas, si no, dales un buen lavado antes. Esta labor también te ayudará a realizar una criba: sabrás exactamente qué es lo que tienes y en qué estado. Los conocidos “por si acaso” solo se acumulan y ocupan sitio. Valora la opción de poder vender o donar todo lo que no vayas a usar.
Es la oportunidad perfecta para hacer una limpieza profunda del fondo de armario: elimina el polvo, la suciedad, malos olores y los ácaros que se hayan podido formar y acumular. Recuerda utilizar productos adecuados y no demasiado agresivos ya que luego será hora de rellenar el armario con ropa de abrigo.
Aplica el método Bisou
Te presentamos esta nueva técnica del orden que te ayudará a organizar tu casa, tu vida y tu armario siguiendo unos parámetros basados en el respeto hacia el medioambiente y en el cambio de los hábitos de consumo.
Este método sigue unas pautas básicas que harán que ordenar tu armario y realizar la migración de prendas sea lo más fácil y cómodo posible: debes plantearte la necesidad de seguir manteniendo una prenda que ya no usas y la utilidad que verdaderamente tiene.
Echa mano de estas medidas para mantener un cierto orden cuando te encuentres inmerso en el proceso.
Prima la organización
Con el armario recién vaciado, es hora de pensar en cómo organizar las nuevas prendas que pasen a ocuparlo. Para ello, es importante contar con perchas, separadores y organizadores.
Esto te ayudará a repensar tus necesidades y la distribución que le quieres dar a tu armario. Por ejemplo, puedes añadir más cajones, cestas, baldas o simplemente recolocarlas.
Sigue un orden lógico
Ha llegado el momento cumbre de toda la operación: llenar el armario con la nueva ropa de la temporada. Para que todo fluya con calma, sigue un orden y ve rellenando el armario por partes.
Empieza por lo que va en perchas, como blusas, pantalones o chaquetas, y seguidamente completa el interior de los cajones. Puedes ordenar la ropa por colores, ya que está demostrado que la armonía cromática tiene un efecto relajante que te invadirá nada más abrir las puertas de tu armario. Además, te pondrá fácil la labor de encontrar las prendas.
Para que aproveches mejor el espacio puedes romper la conocida regla “una percha por una prenda”. Si ya tienes un conjunto, o un outfit, que siempre te sueles poner, colócalo todo junto en una misma percha para que te resulte mucho más práctico y cómodo a la hora de cogerlo.
Disfruta de esta nueva temporada, aplica estos pequeños y sencillos consejos y verás lo fácil que te resulta decidir qué te pones cada mañana a partir de ahora.